sábado, 28 de enero de 2012

MENORES EN CENTROS DE REFORMA

Este colectivo fue expuesto por Ainhoa Pérez, María Sosa y Luisa Robles. Ellas pretendieron adentrarnos en el mundo de los jóvenes delincuentes, enseñarnos su perfil, sus principales problemáticas y sobretodo el papel del educador social ante dicha problemática.
Para adentrarnos debemos conocer cuál es el colectivo que consideráramos como delincuente por ello definiremos delincuente como individuo que comete actos dañoso para él , para sus semejantes o para los intereses de la sociedad, en multitud de ocasiones en situación de dificultad, imputando solo parcialmente estos delitos a la personalidad del delincuente.
Es decir podemos sintetizar que delincuente es aquel que realiza actos vandálicos, y que dañan de forma directa o indirecta a la sociedad.
En esta definición podemos comprobar cómo en la mayoría de los casos se acusa como único culpable de los actos al propio delincuente y no siempre es así, debemos analizar y adentrarnos en cada caso para estudiar sus características y buscar unas causas para estos actos.
La delincuencia viene provocada por un conjunto de factores como son la incapacidad escolar, la despreocupación familiar, la asignación de roles equivocados etc. Un conjunto de factores que se reproducen en un menor realizando actos que en su mayoría lo que pretenden es una búsqueda de atención, es una alerta para ser atendido.
Aunque cada caso de menores delincuentes es diverso, deberemos destacar que la mayoría presentan una serie de características similares que podemos agrupar en:
-Bajo rendimiento académico.
-Escasa estabilidad emocional.
-Desconfianza en los demás.
-Falta de autocontrol, de autoestima etc.
-Incapacidad de aceptación de normas.
-Hiperactividad, impulsividad…
-Falta de planificación.

Es un problema que afecta desde la primera institución socializadora que es la familia, pasando por la escuela, el mundo laboral, el grupo de iguales etc.
Por ello es un problema al que hay que buscar solución desde distintos enfoques:
-En la familia: Fomentar las relaciones, aceptación de los roles correctos, afectividad etc.
-En la escuela: Programas para que obtengan el graduado en ESO, cursos de formación para el mundo laboral…
-Intervención psicológica: Preparar al menor para enfrentarse a dificultades cotidianas, a situaciones de conflictos.
Para llevar a cabo estos programas es necesaria la intervención de un educador social cuyas principales funciones será:
1.Animar al colectivo, fomentando su participación.
2. Orientar, informar y asesorar tanto al individuo como a sus familias.
3. Detectar cuales son las carencias y necesidades de cada individuo.
4. Posteriormente elaborar programas para potenciar dichas carencias.
5. Gestionar temas burocráticos.
6. Intentar garantizar el compromiso del individuo y su familia en los programas.
7. Concienciar a la sociedad del problema existente y de las medidas.
8. Sensibilizar a la sociedad ante dicho colectivo.

Desde mi punto de vista es fundamental concienciar a la sociedad que este problema solo es un escaparate sobre una gran trastienda llena de conflictos y problemáticas.
Los niños delincuentes son en su mayoría víctimas de una situación, por ello no podemos castigarlos de forma severa, si no que debemos buscar las causas del problema y entre todos poner soluciones.

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